En un 95% han sido instalados la totalidad de los 35 talleres de formación artística; produce mucha satisfacción visitar estos talleres y comprobar la acogida de los mismos por parte de los distintos públicos beneficiarios: adultos, niños, jóvenes. Muy contentas se ven las señoras que reciben el taller de manualidades en el barrio Massiavelli, en donde aprenderán a elaborar adornos navideños; seguramente estas veinte mujeres no tendrán que preocuparse por comprar la decoración navideña de sus hogares, además que tendrán un producto para ofrecer a sus familiares y vecinos.
Igualmente, asistimos al taller de teatro en la sede social Civitón, orientado por el docente Jaime Rendón; allí, este grupo mixto de jóvenes y adultos realizo un ejercicio de autorreconocimiento del cuerpo, y elaboración de la autoimagen, para luego proceder a una interacción con la misma; muy encarretados estuvieron los participantes con la porpuesta de hablarse a sis mismos, esencia del monólogo teatral.
Los sábados, de tres a seis de la tarde, en la I.E. Villa Flora, se realiza un taller donde el color es protagonista: el taller de pintura en acrílico (una técnica cuya base es un color pigmento parecido al vinilo, pero más espeso y brillante). Allí, las que disfrutan esparciendo los colores primarios, secundarios y terciarios sobre el cartón paja, son señoras de la tercera edad, que como niñas remozadas comparten la tertulia del arte, bajo la luz fresca de la tarde sabatina. También asisten algunos adolescentes, quienes se ensimisman combinando y contrastando los colores del círculo cromático, bajo las orientaciones del doecnte Conrado Cardona. Provoca estar allí, en aquel momento en donde el alma medita mientras el pincel traza su danza de color.
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